Una tarea de todos y para todos

Una tarea de todos y para todos


Desde la perspectiva que le da su experiencia en los sectores público y privado, el presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, reflexiona sobre la importancia del empresariado a la hora de construir un país más equitativo para todos.


La manera en la que las empresas abordan los temas sociales ha evolucionado en los últimos años de forma constante y muy rápida. De la filantropía se ha pasado a conceptos mucho más sofisticados como la ‘inversión de impacto’, pasando por visiones como la ‘responsabilidad social empresarial’, los ‘negocios inclusivos’ o el ‘valor compartido’ entre otros.


Colombia no ha sido ajena a ninguna de estas tendencias y, en consecuencia, hoy en el país conviven diferentes maneras a través de las cuales las empresas y las personas son socialmente responsables. Esa sana convivencia y su evolución la he podido percibir desde una privilegiada posición a ‘tres bandas’: sector público, sector privado y academia.

La posibilidad de construir un mundo capaz de reconocer el éxito sin desconocer la importancia de la generación de condiciones equitativas es un tema que siempre me ha apasionado. Inculcar las bases para conseguirlo me llevó a ser docente universitario de Responsabilidad Social Empresarial y, después, a ser uno de los primeros profesores de esa especialización en el Cider de la Universidad de los Andes.


Compartir con las nuevas generaciones las diferentes visiones sobre la responsabilidad que tienen las personas, las empresas y los gobiernos para cerrar las brechas existentes me ha llevado a pensar que hay mucho camino por andar, pero también me ha llenado de esperanza al descubrir que no son pocas las personas en nuestro país que desean que esto sea una realidad. Es decir, hay presente y futuro para alcanzar este objetivo.


En esa misma sintonía llegué a la cabeza del Departamento para la Prosperidad Social, con la tarea de diseñar y poner en marcha políticas sociales dirigidas a las poblaciones vulnerables en Colombia. Sin duda que las necesidades y los retos son inmensos, por eso el trabajo conjunto entre los gobiernos, las empresas, la academia y, por supuesto, la sociedad civil es un imperativo que no se puede desarticular por ningún motivo.


Hoy, desde la presidencia de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia -Andi- reafirmo la importancia del sector privado en la construcción de un país más equitativo para todos, sobre todo ante la coyuntura que vivimos: la firma de la paz es una oportunidad para sentar bases sólidas sobre las cuales debemos erigir el país que queremos dejar a nuestros hijos y nietos.


Así, el sector privado tiene hoy, como nunca antes, el reto de ser un actor fundamental en la construcción de un país equitativo, inclusivo y reconciliado. Los empresarios actuando con su lógica privada y su visión de negocios y no como donantes caritativos (adiós a la filantropía pura y llana) son una herramienta muy poderosa para generar las grandes transformaciones sociales que Colombia requiere con urgencia.


Cada peso que una empresa invierta en temas sociales debe tener el mismo proceso riguroso que tiene cada peso que se invierte en el negocio, no solo por la eficiencia que adquieren las intervenciones sociales, sino porque es la manera más acertada de solucionar grandes problemáticas sociales de manera sostenible.

En el mundo hoy, las empresas de vanguardia y los innovadores de las nuevas generaciones están entendiendo que los grandes problemas sociales son las grandes oportunidades para los negocios. Ser social es rentable cuando lo social hace parte del core business. Tenemos que entender, interiorizar y transmitir que ser socialmente responsable produce inmensas rentabilidades, y no que una actividad caritativa es el camino que debemos recorrer, tanto las empresas, como las personas y el propio gobierno.


Las empresas que en la actualidad generan los cambios en el mundo desarrollan un propósito trascendental y transformador, entienden que ser líder no se mide por participación en el mercado sino por la capacidad de inspirar a todos sus grupos de interés y diseñan su estrategia social, alineada con el propósito de su negocio. Esto se puede extrapolar, sin ningún problema, a los individuos quienes son al final los timoneles de esos barcos.


En Colombia hoy necesitamos que nuestras empresas quieran transformar el país entendiendo que una sociedad más equitativa e inclusiva será la oportunidad para crecer y volvernos más competitivos. Nuestro país es uno de los más inequitativos del mundo y esto es una inmensa barrera para el crecimiento de las naciones, las empresas y, por supuesto, los individuos.


No es posible crecer de manera sana y sostenida en entornos adversos. Construir una sociedad más equitativa debe ser un tema de competitividad para las empresas y por lo tanto debe hacer parte de sus estrategias de negocio. Trabajar por disminuir las inequidades que existen en nuestro país, es construir entornos y mercados estables y favorables para los negocios, es generar mayor demanda de bienes y servicios para las empresas y es poder acceder a mano de obra mejor calificada.


En suma, es responsabilidad de todos -sin importar en qué vértice de la sociedad nos encontremos- la generación de condiciones que permitan florecer a una Colombia más equitativa al tiempo que es más competitiva. Todos los esfuerzos que se sumen en ese sentido tendrán resultados tangibles y perdurables, siempre y cuando dejemos de pensar en que nuestra labor llega hasta hacer una donación o firmar un cheque. Debemos involucrarnos en esta necesaria tarea, pensemos que es nuestro deber dejar a las generaciones venideras un país en el que todos tengan oportunidades..

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