Sobredosis de política

Sobredosis de política


Estamos sometidos a una sobredosis de política, todas las sobredosis hacen gran daño.


Por: Bruce  Mac Master



Algunas de las definiciones de la Real Academia Española para la palabra ‘política’, son “arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados” o “actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos”. Sin embargo, en Colombia representa muchas otras cosas como, por ejemplo, la licencia que se toman quienes la practican para imponernos una agenda de agresividad y conflicto que alcanza proporciones épicas. Hoy en día, en política se vale prácticamente todo.


Todas nuestras conversaciones tienen componentes políticos. La política es importante y necesaria, pero mucho menos importante que el peso relativo que tiene en los actuales días en Colombia; lo que realmente debería ser relevante son los problemas y desafíos que su buena práctica debe superar en beneficio de todos.


Hemos llegado a un punto en el que la lucha por el poder ha copado totalmente nuestra agenda, enfrascándonos en críticas y ataques donde unos buscan ganar a costa de lesionar gravemente a los otros.


Parecería que se nos está olvidando el país. Es como si hubiéramos perdido el norte de las grandes discusiones nacionales. Estamos llenos de desafíos cuyo debate e ideas siempre se topan con la necesidad de destruir la imagen de alguien para descalificarlo. Ya son muchos los caídos en este combate, incluyendo algunas de nuestras mentes más brillantes.


Bien vale la pena una dosis de madurez y responsabilidad en estos momentos para retomar el camino del análisis, el debate y las decisiones que más le convienen al país. Los actuales momentos en muchos asuntos son absolutamente cruciales. Finanzas públicas, reforma tributaria, pensiones, sostenibilidad del sistema de salud, certidumbre jurídica y justicia son algunos de los temas que penden sobre nosotros como la espada de Damocles. ¿Será que los atendemos seriamente? ¿O serán objeto también de la mal llamada ‘polarización’?


Mucho se ha dicho sobre la polarización que vive el país, lo más impactante es que no se trata de un enfrentamiento de ideologías, se trata de una pugna política, que pretenden vestir de pugna ideológica sin serlo, y en la cual el pueblo colombiano queda en medio de dos bandos que disparan, no solo con su más fuerte artillería, sino con armas propias de la guerra sucia.


Las redes sociales no ayudan, los ciudadanos hemos creído que el insulto abierto y rampante es una forma de activismo político. ¿Qué tal todos los insultos que reciben los amigos del No a través de las redes? ¿Qué tal las agresiones que reciben los amigos del Sí? Es una espiral de agresividad en muchos casos alimentada por los líderes de uno y otro lado.


Los ciudadanos merecemos debates informados, debates respetuosos, información completa e intelectualmente leal.


El plebiscito del 2 de octubre será un hecho único para nuestra generación. En esta ocasión no estaremos eligiendo a alguien para que decida por nosotros, estaremos tomando decisiones trascendentales para el futuro del país; ojalá en esta oportunidad podamos dar un paso adelante en términos de civilización y democracia y llevemos a cabo un proceso limpio, informado, responsable y consciente de nuestra decisión.


Estamos sometidos a una sobredosis de política, todas las sobredosis hacen gran daño, y muchas de ellas matan al paciente.




Espero debate en @brucemacmaster

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