Sobre la Reforma Tributaria Estructural

Sobre la Reforma Tributaria Estructural


El país no ha dimensionado la importancia que tiene para el desarrollo de Colombia.


Bruce Mac Master


Finalmente la Comisión de Expertos para la Equidad y Competitividad Tributaria entregó, el último día que le permitía la ley como es costumbre en Colombia, su informe al gobierno y al país. Se trata de un muy completo y serio documento de 261 páginas en el cual se tocan temas y recomendaciones que van desde los impuestos nacionales, pasando por los departamentales y municipales, hasta asuntos tan importantes en Colombia como la estructura institucional que debe administrar el tema tributario.


Más alla de las conclusiones y recomendaciones puntuales que seguramente estaremos debatiendo durante los próximos meses, lo cierto es que desde el 2014, a raíz de la reforma que se tramitó a fin de año, pedimos que un ejercicio de esta índole fuera hecho en Colombia. En ese momento mediante un trabajo detallado, no estadístico, hecho con 153 de las más grandes compañías colombianas, el país se encontró –en algunos casos con gran sorpresa–, con que la situación tributaria para las empresas serias en Colombia es absolutamente dramática. La tasa impositiva total promedio de esas compañías resultó ser del 68% sin parafiscales y del 72% si se incluyen. El caso de la industria es el más dramático, más aun que el del sector minero y petrolero que paga altas regalías, arrojando una tasa impositiva total del 77%.


Unos meses después, estas cifras fueron ratificadas por el indicador Doing Business que señaló cómo Colombia es el tercer país del mundo, en términos de su carga impositiva para las empresas que sí pagan tributos, demostrando así que es totalmente ilusorio pensar que vamos a ser el destino de grandes inversiones, tanto nacionales como internacionales, si no se soluciona esta situación.


Pensamos originalmente que la Comisión iba a trabajar en forma acelerada y podríamos estar hablando de una reforma estructural en el año 2015, idea que resultó siendo completamente ilusoria, y a la postre perdimos todo un año de competitividad que, por cierto, hubiera sido increíblemente valioso en los actuales momentos económicos. La verdad es que por una razón o por la otra perdimos el año.


Sobre el debate y trámite –que esperamos se dé pronto–, vemos con especial importancia dos temas. El primero es que el país como un todo y los distintos afectados –positiva y negativamente–, ojalá realicen el esfuerzo de hacer un análisis integral de los cambios propuestos. El análisis individual del efecto sobre un sector u otro siempre será incompleto y no podrá lograr los objetivos de objetividad o equidad. Así, por ejemplo, un ministro saliendo a decir que no le toquen su sector o que lo ayuden a financiar sus objetivos sin importar que le pasa al resto del país, no es útil y por el contrario convertirá el debate en un mercado persa.

En segunda instancia, no es realmente importante si la propuesta al Congreso se lleva en marzo o el 20 de julio. Lo importante es que el país tenga garantía de parte del Gobierno de que SÍ se llevará al Congreso este año y que habrá suficientes espacios y oportunidades para hacer un proceso pensado y consultado ampliamente. Puede ser incluso mejor dar el debate parlamentario en el segundo semestre, cuando haya habido oportunidad de hacer el debate nacional amplio. De forma que no hay ninguna señal de alarma en que no se presente en marzo como han tratado de crear algunos medios de comunicación.


Para quien quiera ver la propuesta completa la encontrarán en el siguiente link


http://goo.gl/f4yCUW



Espero el debate en Twitter. @brucemacmaster

BRUCE MAC MASTER

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